El segundo perfecto, entre tu boca y la mia, la total armonía. El silencio, y las nubes corriendo sobre nosotros, con sus destellos rosados, y sus interrupciones de cielo fulgurante, y la Luna, claro, infaltable telón de los instantes idealizados. La Luna, haciendo su último intento por acercarse al Sol, antes de que él apague su infatigable corona tras la linea eterna e inalcanzable del fin del día.
Los pasos incesantes, el ajetreo externo y los desgarrados por las barreras, siguen dando vueltas en las varas del tiempo; inevitable, imparable. Todos los Hombres empujand su paso indetenible hacia atras, no lograrían aminorar su velocidad, nisiquiera hacer vacilar su progreso y el envejecimiento; sin embargo, aquí, entre dos, logramos estatizar la vida, la muerte. El roce tibio de tu mano junto a la mia acaba de apartar la continuidad de la existencia. Asi es; la escena perfecta. Y mis cabellos sobre tu hombro, y tus ojos sobre los mios, y tu aliento bajo mi pecho. Asi es; la escena perfecta.
Los pasos incesantes, el ajetreo externo y los desgarrados por las barreras, siguen dando vueltas en las varas del tiempo; inevitable, imparable. Todos los Hombres empujand su paso indetenible hacia atras, no lograrían aminorar su velocidad, nisiquiera hacer vacilar su progreso y el envejecimiento; sin embargo, aquí, entre dos, logramos estatizar la vida, la muerte. El roce tibio de tu mano junto a la mia acaba de apartar la continuidad de la existencia. Asi es; la escena perfecta. Y mis cabellos sobre tu hombro, y tus ojos sobre los mios, y tu aliento bajo mi pecho. Asi es; la escena perfecta.
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