"The mind-forged manacles I hear"
London (W. Blake)

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domingo, 29 de noviembre de 2009

Expectans


Ahora que tu volviste a ser tú,
yo vuelvo a ser yo.
Ahora que de nuevo te vanagloreas de una vida sin mi,
yo te miro de nuevo en silencio intentando estar allí.
Ahora que regresas al desfile de tu encanto inalcanzable, a mi vista,
yo me vuelvo una figura pasajera, como un devenir.
Tú te levantas en tu pasado, tu futuro y tu presente
y yo me escondo en un pedazo de tu historia.
Tú me nombras como un recuerdo, alguna vez,
y yo te escribo en mis "para siempre"... Siempre.
Tú ahora miras el ocaso, el horizonte, tus entrañas
y yo acecho el aroma que dejas al pasar, de nuevo.
Caminas en un puente de historias que no me dan cabida
y yo las miro como esperando a que me dejen pasar.
Ahora que puedes ignorarme, tomarme, hacerme a un lado, llevarme hacia a ti,
ahora yo hago como que no me importa, como si no viviera por ti.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Irreverente

[Casi me roban la inspiración. El comercialismo pre-navideño agitó la codicia, así irrumpen en mi calma para decir "quiero..."
No, no tengo nada con el querer... excepto que tal vez, también Quiero, y no me den...]

Yo no sé si estoy loca, o lo contrario, lo contradictorio correlativo... o lo opuesto. No lo sé, porque la conciencia me molesta tanto, que parece que el exceso de pensamiento es una deficiencia. Sólo me giran discursos en la mente, explicaciones, disculpas, culpas, anarquías, recuerdos. Me pesan, me apresan. Y no-pienso nada...
No sé si hago arte, o hago nada. No discuto calidades, no me importa, es la expresión, eso vale, nada más. Lanzar letras al aire, gritar un par de notas, eso es arte, no me importa de cuál. Pero a veces me pregunto si acaso es la Expresión que lo hace grande, que lo hace arte. Me pregunto cuando me mece el metro en un asiento que ocupé tímida entre la jauría hambrienta de asientofílicos, me pregunto si todo lo que corre por mi mente, acaso es arte. ¡Es que las imágenes al viento que se desvanecen en las ventanas, las melodías interrumpidas por audiciones ajenas, me provocan cada cosa en la imaginación...! O quizás es obra del momento de inercia, de hacer nada, que me deja fantasear. Esto no es nada, este es un parafraseo inútil que hago intentando imitar a mis pensamientos, pero esos... esos son placenteros de tan poéticos, de tan enfermos... Ahí me siento loca. Ahora me siento cuerda, creo. Y lo jugoso, lo suculento de mis ensoñaciones es lo secreto, el no escribir... ¡Qué ironía! Como si la canción más hermosa del mundo no la escuchara nadie jamás...
Pero en fin...
Yo no sé si pienso, si desvarío, no sé expresar -ahora- las palabras se me quedan cortas, hasta el momento parece inapropiado, es justamente a medio enloquecer que debiera empezar a gritar, a contar, para que parezca arte y no experiencia personal. La excitación del momento creador... ¿Por qué? ¿Por qué se queda todo metido dentro de mi?
Iba a escribir sobre ti... pero es como lanzar mis hojas al mar. No tiene sentido, pensarás... Hablo de lo uno y de lo otro, pero ¿Y qué? Yo no quiero encantar.
Cuando vuelva a hacer "Poesía", te cuento.