"The mind-forged manacles I hear"
London (W. Blake)

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lunes, 31 de mayo de 2010

Espacio fonético

La distancia más extensa,

La que nunca pude medir en verbos

Es la que se viste con palabras.

El vacío más inmenso

Está lleno de oraciones

Colmado de intensiones que fallan,

Que no se pueden conjugar.


Si acaso querías saber,

Si te preguntas de vez en noche

Cuál fue el susurro que dejé encerrado

Entre mis amígdalas,

Ese fue:

Entre tú y yo hay un silencio que no se puede callar,

De mi hasta ti, hay espacio sin puente.

Ni con todos los discursos de la política occidental,

Ni con todo el recurso lingüista,

Ni con toda la ambición poética concebible

Te harías una idea, jamás, de lo yo que sentí.

Cásate conmigo

¿No sería bonito? ¿No te imaginas cómo pareceríamos tarjeta barata de medio Febrero? ¡Cómo adornaríamos la pompa rosa y perfumada de una historia impresa en pergamino de farándula cotidiana!

Qué bonito sería si te diera las manos frías, sin gesto, sin palabras que disfrazar de abrazo; reflejar nada más el lazo, condicionada a entregar cada esquina de este cuerpo vacuo y, en las fotos, amalgamarme el bosquejo de otro ente: tú. Tú y yo, yo y tú: nosotros. ¿No sería lindo tener cómo gastar el saldo telefónico? Ultrajar el modelo comunicativo: ecribirnos sin mensaje, componer cartas eternas con partículas de aire, correr a encontrarnos y pasar de largo, buscarnos entre masas paseándonos del brazo… ¿No sería bonito? ¿No te gustaría prepararnos un destino que nos saque el porvenir de encima? ¿Buscarnos cajas y empacar el espacio entre nuestro aquí y el cielo, el Universo, el existir, la infinitud de mañanas probables? Escogernos, encogernos; revestirnos, revertirnos; e insistir que vemos escondiendo la cabeza entre las piernas... ¡Qué bonito! Qué bonito sería enredarnos en el mismo nudo, desatarnos de la misma soga, escaparme al Norte y tu al Sur, colisionando en cada vuelta absurda de nuestro fuga al mundo. ¿Te imaginas la felicidad soberbia de asentarnos con grilletes de oro, ahí, anclados frente a la obra cúlmine del sueño sacro humano? Y robarnos la unidad en la cama, olvidarnos en reuniones diarias, absolvernos de pisar pantanos, regalándonos flechas de calendario, sonriendo a dios por la ventana y peleándonos la puerta, arrebatarnos la salida de emergencia, despedazar nuestro final feliz.

¿No te gustaría?




domingo, 30 de mayo de 2010

Caminatas interminables

Así, caminar despacio, como si acaso el tiempo nos alcanzara de sobra, como si el mañana fuera muy después. O el después esperara a mañana. Así, caminar letárgico, a nuestro antro de rituales de solsticio, impregnarse de blanco, mirarse al espejo y culpar a los tubos, despegar un ojo y subrayarse de negro.

Eso era todo: amaneceres que valían la pena.

jueves, 20 de mayo de 2010

Relativismo espacial: ni pa’llá, ni pa’cá

Ah, qué cansancio de opiniones.

Tantas variaciones de mira:

opositores

deudores

cartoneros

compañeros

militantes

ministros

polémicos

bulímicos

bucólicos

alcohólicos

¡Estoy hasta el cuello de aristas!

de no hallar revoluciones concéntricas.

Que van, que vienen.

¡Que me quedo con tortícolis

hacia un abismo lúdico!

jueves, 13 de mayo de 2010

Apariencia

¿Cómo es posible sentir ese odio de envidia, o esa envidia de odio? ¡Cómo, que no cabe en mi frente antes de esa contra-di-cción estomacal! ¿Cómo se puede conservar el gesto arbóreo, mientras quema y cosquillea sin exhalación si quiera?


miércoles, 12 de mayo de 2010

Olvidar, pero en Vodka

Vodka,
porque se retuerce el olor a cítrico
cuando, al mezclarse,
se cae.
Porque el hielo se toma
color de vida
y devuelve Sol
cuando, embriagado,
se cae.
Vodka,
porque sus efluvios
diluyen
los vasos rotos.
Quiero impregnarme
de vodka hasta
el orgasmo y
el llanto.

lunes, 3 de mayo de 2010

Conclusiones

No hay que ser genio para darse cuenta.
Ni hay que coartar las luces,
para ver como la ves.
Tampoco releer las palabras desperdiciadas,
hasta marcarlas a rojo,
para situarlas en su piel.
Discúlpame si acaso he dicho mucho,
no quise inmiscuirme,
ni voltearme hacia tu ayer.