"The mind-forged manacles I hear"
London (W. Blake)

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domingo, 20 de diciembre de 2009

Un río Circular

Un río evanescente me parece,
un río de eternidad.
"Contiene todas las voces", dicen
y que "Nunca es igual".
Es flujo de lo incierto, pero
es certero que siempre fluirá.
Es juego interminable, pero
hecho de partidas pobres y ligeras,
no duran, no perduran.
Con matriz de manantial y
tumba de mar,
parece que no empieza ni termina,
sino que es todo igual.
Se mezcla su principio con el fin,
la muerte y lo vital.
Fucionados, en cada punto de la esfera,
se encuentra lo primero con lo último;
no es aquí ni allá,
es aquí Y allá.
Samsara, deviene, giran
las aguas, todas unas y ningunas,
todas lo mismo y desigual.
Y nuestros cuerpos son llevados,
como pétalos al viento,
son tomados y acostados
en todos y en ningún lugar,
girando, mientras se amolda nuestra figura
a la curva de la irrealidad.
Esfera celeste de agua clariturbia,
con Hombres soñando que viven
mientras adornan el rostro de lo que es,
a veces abren los ojos
y saben que fluyen en su ser [siendo].
Entonces parece que no hay razón para mover los pies,
entonces parece que hay que dormir
apoyado en el lecho transparente de lo que sucede,
del tiempo giratorio,
del hoy, mañana y después,
porque los ayeres van quedando y
son los hoy que se perdieron en el río circular.
Bajar los párpados y escuchar
el ruido de la corriente al andar.
Abrir los ojos y mirar
el cosmos que se agita en nuestro rodar.
Ser, samsara, devenir.
Nos perdemos en la búsqueda eterna de la quietud.
Absolutismos, objetividad, inmovilidad;
nos ilusionamos con lo eterno y no podemos ver
que lo eterno es nuestro propio caminar,
en la esfera que en vida y muerte nos ha de hacer girar.

1 comentario:

Exhalación dijo...

"...nos ilusionamos con lo eterno y no podemos ver
que lo eterno es nuestro propio caminar..."

Pucha amiga, tu sabes lo que pienso de tus escritos, hermosos...es esa sensación, no sé, tan nuestra.