He olvidado cuánto vale aplicarse gloss
en los labios
la insistencia de las manos en el pelo
y la cintura flaca, las caderas largas
Sobre todo las pestañas doloridas
se han perdido
exiliadas a desiertos que hoy respiro
como polvo de casas viejas
de mortajas segunderas
Lo cambié todo
lo dejé por patear hojarascas en las calles
por brazos que duran un infinito en rededor
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