"The mind-forged manacles I hear"
London (W. Blake)

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domingo, 2 de septiembre de 2007

Postyou

Hace tiempo que no escribía aquí. Jajaja, y hoy se trata de lo mismo que en mi última entrada, pero creo que la visión es bastante diferente. (Hubiera escrito en el fotolog, pero no puedo volver a subir foto hoy! )
Hace tiempo que no me inspiraba, o quizás si, pero no quería exagerar mis sentimientos, o que parecieran exagerados. Pero creo que hoy debo aprovechar las ganas de expresar que me provocan estas vibraciones estomacales, hijas de recuerdos recientes de situaciones no muy espectaculares. No, pero su resultado es tan grande como mis latidos en esos segundos pequeños, oscuros, fugaces y sonrientes. Ni siquiera me preocuparé de n ovolar muy alto con mis palabras exaltadas, por el miedo a caer; porque, a pesar de mi flujo de emociones, no quiero ver lo que no permite la ignorancia sobre sentimientos ajenos.
¡Ah! ¿Qué puedo decir sobre tanta conmoción?
Yo vi que la vista se le arrancaba. Y mis ojos no se contuvieron demasiado de atrapar su figura a lo lejos.
Tuve miedo, ¡Qué extraño a la cercanía!
Amé. Amé cada segundo, y el contacto más ínfimo fue una maravilla. Una maravilla. Así debería describir mis sueños: como una maravilla.
No puedo atar con coherencia mis frases, creo, y es que en mi mente se ha revuelto todo lo que había estado ordenando desde hace un tiempo (aunque no es un cambio muy grande, porque no tuve mucho exito en esa tarea).
Una montaña rusa. Así definí, en realidad, nuestra historia material.
Jajaja, ¿Serán efectos de las flores que nacen, estas sonrisas inesperadas?
Me gustaría poder terminar con esa frase tan trillada, pero tan difícil. Si algún día fuera seguro, o aunque no lo fuera; si algún día hubiesemos lazado esas palabras que nadie dice; se lo diría una y mil veces.