"The mind-forged manacles I hear"
London (W. Blake)

_

domingo, 17 de mayo de 2009

Caer

¿Cómo se puede estar tan alto y caer tan bajo? Cómo es posible vivir bajo la tierra después de haber tocado el cielo. Cómo puede transformarse tanta plenitud en tanta angustia, ¿Cómo! ¿Cómo asumir esta caída sin que duela tanto el azote de la realidad actual? ¿Cómo asumir lo que se especula, si no se le quita espacio a la esperanza de una verdad distinta, distinta a los supuestos e idéntica -o cercana- a la que fue...? ¿Cómo se puede creer en lo que se conoce -o se cree conocer- no es? ¿Cómo querer asumir que se cae, si nuestro corazón se aferra a las estrellas, donde vivió? ¡Y cuándo! Cuándo resbalé y caí, ¿Cuándo? ¿Qué no vi... por qué de pronto me alejo de mi cielo? Ya no me sostiene el aire, vivo sin respirar, mendigando sueños de vida. Eso es, mendigar... Caer y rogarle a las manos salvadoras que te sostengan, que te cojan y te levanten, suplicar, sin pedir, que no te dejen caer a la tierra sin fondo, rogar por el alimento de la esperanza. Suplicar, sin decir, y esperar eternamente a las manos que te cojan y te levanten, hacia donde estabas, o al menos cerca...

No hay comentarios: