Entre la frivolidad y la verdad, el alma es como un hombre bajo el agua. La superficie ofrece un respiro placentero y la profundidad un montón de maravillas, a cambio de soportar vivir sin respiración.
De pronto me pregunto cuántos estarán dispuestos... De pronto me decepciona todo exponente del género humano...
1 comentario:
Pero hay alguno que se atreven, esforzemonos para que hayan más. El ahogarse es terriblemente precioso.
Saludos :)
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