A veces he pensado que así como dormir me alivia las preocupaciones, con pesadillas y todo, quizás así la muerte parezca consuelo a las masas. Así me ha parecido a mi también, incluso más deseable que el sueño, porque en él me agobian las imágenes de la vigilia. Y creo que quizás por eso, por quitarse de la espalda el peso de existir, tanto como a mi me aliviaría, la gente ha creído tan acérrimamente en el paraíso. Pero si la muerte es un no-ser de la conciencia, ¿Por qué insistir con que trascendemos como individuos, como sí-mismo a un plano divino o qué sé yo? Tal vez porque es tan pesada como el ser la perspectiva del no-ser, de ahí que sea tan necesario para el que no soporta vivir, creer que morir es algo así como vivir bien, y para el que ama la vida, no pensar si quiera en que podría simplemente dejar de ser...
A veces creo que la conciencia de sí-mismo desembocó en un plano inteligible. ¿Por qué no nos quedamos en la physis? ¿Por qué siempre se ha insistido, desde que, al parecer, el Hombre tiene nociones claras de sí mismo y de lo que percibe, en suponer una realidad superior, o al menos, distinta a la pragmática? Además de ser consuelo, tal vez es que no vemos la maraña de nervios, de carne, de energía que nos configura, tal vez porque no encontramos la conexión entre el cerebro y la mente, entre la orden y el acto, entre la idea y los procesos que son su causa. Y no es que quiera presumir filosofías aprendidas, pero es que aún no entiendo el nexo entre res cogitans y res extensa. Tal vez por eso la humanidad las separa y crea dos mundos, tal vez de esa incomprensión parimos a Dios, dioses, démones, vígenes, ángeles, tótems, ideas, demiurgos, cosas en sí...
A veces creo que la conciencia de sí-mismo desembocó en un plano inteligible. ¿Por qué no nos quedamos en la physis? ¿Por qué siempre se ha insistido, desde que, al parecer, el Hombre tiene nociones claras de sí mismo y de lo que percibe, en suponer una realidad superior, o al menos, distinta a la pragmática? Además de ser consuelo, tal vez es que no vemos la maraña de nervios, de carne, de energía que nos configura, tal vez porque no encontramos la conexión entre el cerebro y la mente, entre la orden y el acto, entre la idea y los procesos que son su causa. Y no es que quiera presumir filosofías aprendidas, pero es que aún no entiendo el nexo entre res cogitans y res extensa. Tal vez por eso la humanidad las separa y crea dos mundos, tal vez de esa incomprensión parimos a Dios, dioses, démones, vígenes, ángeles, tótems, ideas, demiurgos, cosas en sí...
2 comentarios:
Esto es genial, eres genial.
Presume de filosofías aprendidas y sobretodo aprehendidas porque aquellas desembocararán en las nuevas.
Muy lúcida acotación, de todas maneras, creo que esa escisión es conciencia de pura fragilidad. No sé que tanto el viator NO se hizo conciente de eso antes de inventar camino y Dios. Y sí, digo inventar.
Un abrazo, esto es de retornos desde la U al sector Sur de Santiago :)
Desde mi más absoluta sinceridad: No sé.
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