Me aterroriza recordar que estoy viviendo precisamente el presente. Que ahora es mi hoy, siempre. Y no puedo disfrutar de esa unión cósmica con el "siempre-ahora" del que tanto han escrito en libros de metafísica... No, porque mi vida es finita. Porque el ascenso en espiral del tiempo me oprime, me hostiga siseando que los hilos de mi estancia aquí y ahora son tan finos, que ni siquiera existen, si intento agarrarlos para retenerlos se deshacen. ¿Y por qué tanto miedo al presente que nunca se queda suficiente? Es miedo a que nada parezca permanente, que nada escape a esa fugacidad y banalidad que es el tiempo humano. (¿Es voluntad de vivir?)
Son los mejores años de mi vida...
¿Y qué hacer con tanto ahora, para no enlutarse detrás de su paso?
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