A veces me dan ganas de borrarme entera. No como suicidio adelantado, premeditado, bien planeado: simplemente suprimirme; y siquiera empezar de nuevo, como un reset.
Quisiera despedazar todas mis páginas, las escritas, incluyendo las que preparan el apego a lo pasado, y el total entendimiento de aquello de “causa-efecto”, la explicación metódica de los sucesos y el sermón canónico de resiliencia…
Quisiera simplemente resumirme en el presente. Ser instantánea; como hecha polvo.
Quiero un momento.
Oh, dioses: húndanse en sus abismos. Maestros: tráguense sus cuentos. Señores: húndanse y tráguense el doble de sus inventos.
Yo quisiera ser libre de sus experimentos…
Suprimirme siendo.
Que me trague la tierra y me duerma.
5 comentarios:
El idílico reset que todos esperamos. Quién habrá plantado esa semilla de maldad en el humano!
O será que el recuerdo es la semilla?
No somos más que los hijos de nuestros recuerdos. Aquellos son los que configuran lo que somos ahora. Con el recuerdo sé que soy y que he vivido bien y mal, que soy humano y que tengo la voluntad de cambiar mi vida (de manera consciente). Resetearte sería perder tu esencia. Esa es mi opinión, ojalá acorde con el post.
Huevo o gallina. Plantar o lo plantado. Hay que, por lo menos, conseguir epogé.
Que ideal... qué irónicamente ideal e inalcanzable.. (:
Publicar un comentario