Un río evanescente me parece,
un río de eternidad.
"Contiene todas las voces", dicen
y que "Nunca es igual".
Es flujo de lo incierto, pero
es certero que siempre fluirá.
Es juego interminable, pero
hecho de partidas pobres y ligeras,
no duran, no perduran.
Con matriz de manantial y
tumba de mar,
parece que no empieza ni termina,
sino que es todo igual.
Se mezcla su principio con el fin,
la muerte y lo vital.
Fucionados, en cada punto de la esfera,
se encuentra lo primero con lo último;
no es aquí ni allá,
es aquí Y allá.
Samsara, deviene, giran
las aguas, todas unas y ningunas,
todas lo mismo y desigual.
Y nuestros cuerpos son llevados,
como pétalos al viento,
son tomados y acostados
en todos y en ningún lugar,
girando, mientras se amolda nuestra figura
a la curva de la irrealidad.
Esfera celeste de agua clariturbia,
con Hombres soñando que viven
mientras adornan el rostro de lo que es,
a veces abren los ojos
y saben que fluyen en su ser [siendo].
Entonces parece que no hay razón para mover los pies,
entonces parece que hay que dormir
apoyado en el lecho transparente de lo que sucede,
del tiempo giratorio,
del hoy, mañana y después,
porque los ayeres van quedando y
son los hoy que se perdieron en el río circular.
Bajar los párpados y escuchar
el ruido de la corriente al andar.
Abrir los ojos y mirar
el cosmos que se agita en nuestro rodar.
Ser, samsara, devenir.
Nos perdemos en la búsqueda eterna de la quietud.
Absolutismos, objetividad, inmovilidad;
nos ilusionamos con lo eterno y no podemos ver
que lo eterno es nuestro propio caminar,
en la esfera que en vida y muerte nos ha de hacer girar.
"The mind-forged manacles I hear"
London (W. Blake)
_
London (W. Blake)
_
domingo, 20 de diciembre de 2009
Protección
Qué caótico que sea imposible ya
salir a la calle sin untarse -y reuntarse-
de ungüentos blancos protege dermis y epidermis.
Que sea infaltable el ritual presalida de armarse otra piel,
para cuidarse del mismo Sol que nos deja vivir.
¡Qué ironía que el mismo que regula y armoniza la vida,
sea ahora el tan temido, el asesino;
¿Es que no ven que no es su culpa,
que es la mía, la tuya y la de ellos?
¡No está fuerte sol, está fuerte nuestro impacto inconsciente!
Está llena nuestra fuente de errores,
hasta el límite, rebalsada e irremediable...
¿Irremediable? Irrevertible, quizás,
pero nunca es tarde para intentar.
Intentar sobrellevarlo, no empeorar.
Se quejan, lloran, gritan y patalean;
¡Qué hace mucho frío!,
¡Que hace calor!
¿Pero y de qué sirve la queja, si no hay acción?
Lo digo desde mi perspectiva contemplativa,
desde mi espíritu platónico, poco práctico,
bien teórico:
Si hay una causa justa,
de las que parecen perdidas,
por la que vale la pena marchar,
Gritar,
llenar las paredes de mundo de papeles (reciclados),
es no salvar, sino respetar
al planeta agonizante.
"Hacer un mundo mejor" ,
parece que ha pasado de boca en boca
y se revolcó entre tantos dientes,
saltó de cada lengua aquella frase,
pero aún,
¡Aún!
¡No alcanza a adentrarse en el camino a la conciencia de las masas!
Por favor, use protector solar,
recicle,
plante un árbol,
economice material...
martes, 15 de diciembre de 2009
Título predecible-
A veces me quieres;
a veces no.
A veces me hablas;
a veces no.
A veces me amas para siempre;
a veces no.
A veces llenas el vacío;
a veces no.
A veces me desangras;
a veces no.
A veces sanas;
a veces no.
A veces me llamas;
a veces no.
A veces me dueles;
a veces no.
a veces no.
A veces me hablas;
a veces no.
A veces me amas para siempre;
a veces no.
A veces llenas el vacío;
a veces no.
A veces me desangras;
a veces no.
A veces sanas;
a veces no.
A veces me llamas;
a veces no.
A veces me dueles;
a veces no.
domingo, 29 de noviembre de 2009
Expectans
Ahora que tu volviste a ser tú,
yo vuelvo a ser yo.
Ahora que de nuevo te vanagloreas de una vida sin mi,
yo te miro de nuevo en silencio intentando estar allí.
Ahora que regresas al desfile de tu encanto inalcanzable, a mi vista,
yo me vuelvo una figura pasajera, como un devenir.
Tú te levantas en tu pasado, tu futuro y tu presente
y yo me escondo en un pedazo de tu historia.
Tú me nombras como un recuerdo, alguna vez,
y yo te escribo en mis "para siempre"... Siempre.
Tú ahora miras el ocaso, el horizonte, tus entrañas
y yo acecho el aroma que dejas al pasar, de nuevo.
Caminas en un puente de historias que no me dan cabida
y yo las miro como esperando a que me dejen pasar.
Ahora que puedes ignorarme, tomarme, hacerme a un lado, llevarme hacia a ti,
ahora yo hago como que no me importa, como si no viviera por ti.
viernes, 20 de noviembre de 2009
Irreverente
[Casi me roban la inspiración. El comercialismo pre-navideño agitó la codicia, así irrumpen en mi calma para decir "quiero..."
No, no tengo nada con el querer... excepto que tal vez, también Quiero, y no me den...]
Yo no sé si estoy loca, o lo contrario, lo contradictorio correlativo... o lo opuesto. No lo sé, porque la conciencia me molesta tanto, que parece que el exceso de pensamiento es una deficiencia. Sólo me giran discursos en la mente, explicaciones, disculpas, culpas, anarquías, recuerdos. Me pesan, me apresan. Y no-pienso nada...
No sé si hago arte, o hago nada. No discuto calidades, no me importa, es la expresión, eso vale, nada más. Lanzar letras al aire, gritar un par de notas, eso es arte, no me importa de cuál. Pero a veces me pregunto si acaso es la Expresión que lo hace grande, que lo hace arte. Me pregunto cuando me mece el metro en un asiento que ocupé tímida entre la jauría hambrienta de asientofílicos, me pregunto si todo lo que corre por mi mente, acaso es arte. ¡Es que las imágenes al viento que se desvanecen en las ventanas, las melodías interrumpidas por audiciones ajenas, me provocan cada cosa en la imaginación...! O quizás es obra del momento de inercia, de hacer nada, que me deja fantasear. Esto no es nada, este es un parafraseo inútil que hago intentando imitar a mis pensamientos, pero esos... esos son placenteros de tan poéticos, de tan enfermos... Ahí me siento loca. Ahora me siento cuerda, creo. Y lo jugoso, lo suculento de mis ensoñaciones es lo secreto, el no escribir... ¡Qué ironía! Como si la canción más hermosa del mundo no la escuchara nadie jamás...
Pero en fin...
Yo no sé si pienso, si desvarío, no sé expresar -ahora- las palabras se me quedan cortas, hasta el momento parece inapropiado, es justamente a medio enloquecer que debiera empezar a gritar, a contar, para que parezca arte y no experiencia personal. La excitación del momento creador... ¿Por qué? ¿Por qué se queda todo metido dentro de mi?
Iba a escribir sobre ti... pero es como lanzar mis hojas al mar. No tiene sentido, pensarás... Hablo de lo uno y de lo otro, pero ¿Y qué? Yo no quiero encantar.
Cuando vuelva a hacer "Poesía", te cuento.
No, no tengo nada con el querer... excepto que tal vez, también Quiero, y no me den...]
Yo no sé si estoy loca, o lo contrario, lo contradictorio correlativo... o lo opuesto. No lo sé, porque la conciencia me molesta tanto, que parece que el exceso de pensamiento es una deficiencia. Sólo me giran discursos en la mente, explicaciones, disculpas, culpas, anarquías, recuerdos. Me pesan, me apresan. Y no-pienso nada...
No sé si hago arte, o hago nada. No discuto calidades, no me importa, es la expresión, eso vale, nada más. Lanzar letras al aire, gritar un par de notas, eso es arte, no me importa de cuál. Pero a veces me pregunto si acaso es la Expresión que lo hace grande, que lo hace arte. Me pregunto cuando me mece el metro en un asiento que ocupé tímida entre la jauría hambrienta de asientofílicos, me pregunto si todo lo que corre por mi mente, acaso es arte. ¡Es que las imágenes al viento que se desvanecen en las ventanas, las melodías interrumpidas por audiciones ajenas, me provocan cada cosa en la imaginación...! O quizás es obra del momento de inercia, de hacer nada, que me deja fantasear. Esto no es nada, este es un parafraseo inútil que hago intentando imitar a mis pensamientos, pero esos... esos son placenteros de tan poéticos, de tan enfermos... Ahí me siento loca. Ahora me siento cuerda, creo. Y lo jugoso, lo suculento de mis ensoñaciones es lo secreto, el no escribir... ¡Qué ironía! Como si la canción más hermosa del mundo no la escuchara nadie jamás...
Pero en fin...
Yo no sé si pienso, si desvarío, no sé expresar -ahora- las palabras se me quedan cortas, hasta el momento parece inapropiado, es justamente a medio enloquecer que debiera empezar a gritar, a contar, para que parezca arte y no experiencia personal. La excitación del momento creador... ¿Por qué? ¿Por qué se queda todo metido dentro de mi?
Iba a escribir sobre ti... pero es como lanzar mis hojas al mar. No tiene sentido, pensarás... Hablo de lo uno y de lo otro, pero ¿Y qué? Yo no quiero encantar.
Cuando vuelva a hacer "Poesía", te cuento.
sábado, 3 de octubre de 2009
Nostálgica
Fue un sábado tan parecido a este, que me estremece su diferencia.
Frío, pero no tanto, primaveral.
Con un poco de sol, para resaltar que, 364 días más tarde, las cosas serían distintas: Nubes.
Me transformé de niña a mujer en una sola tarde. Cuidé los detalles, cada centímetro de espacio, cada gota de agua, cada respiro, lo ordené, lo preparé; y no sirvió de nada, porque todo fue espontáneo.
La tarde me abandonó en un montón de tareas poco habituales: limpié hasta el techo y me miré unas 400 veces al espejo.
Música, mientras tanto; encendí el reproductor para que no se escuchara el bombardeo que golpeaba por dentro mi pecho. Me senté para no caer de ansiedad. Me mordí los labios y me sequé las manos (porque sudaban, como nunca).
Esa noche sería el clímax -literalmente- de una historia que se había venido tejiendo con hebras de pasión, amor puro y errores de racionalidad. Era escandalosamente hermoso... La noche completa esperaba por nosotros.
No alcancé a avergonzarme, simplemente ya estaba aquí; y no detallaré la historia.
"Ven, quiero conversar contigo...Estoy tan feliz"
Yo no tenía palabras, sólo acariciaba su rostro, desde mis piernas, donde apoyaba su cabeza.
¿Cómo terminamos aquí (sí, aquí donde estoy en este preciso momento)? No lo sé, ¿Cómo sostuvimos nuestros pasos por ese pasillo interminable hasta mi puerta? No lo sé...
Los recuerdos; imágenes, pero no platónicas: ¡sensibles!; se materializan en mi mente, toman espacio y tiempo para revivirse y me arrastran a la nostalgia de momentos que no puedo tocar.
¿Y tú, acaso te acuerdas de esos momentos?
Fue el día premeditado de mi muerte perfecta, si mi vida hubiese acabado esa mañana, podrían haber puesto en mi epitafio: "Fue la más feliz, su vida fue VIDA."
Mi reloj se detuvo entre tus brazos, pero el mundo siguió girando... y hoy estamos aquí.
Frío, pero no tanto, primaveral.
Con un poco de sol, para resaltar que, 364 días más tarde, las cosas serían distintas: Nubes.
Me transformé de niña a mujer en una sola tarde. Cuidé los detalles, cada centímetro de espacio, cada gota de agua, cada respiro, lo ordené, lo preparé; y no sirvió de nada, porque todo fue espontáneo.
La tarde me abandonó en un montón de tareas poco habituales: limpié hasta el techo y me miré unas 400 veces al espejo.
Música, mientras tanto; encendí el reproductor para que no se escuchara el bombardeo que golpeaba por dentro mi pecho. Me senté para no caer de ansiedad. Me mordí los labios y me sequé las manos (porque sudaban, como nunca).
Esa noche sería el clímax -literalmente- de una historia que se había venido tejiendo con hebras de pasión, amor puro y errores de racionalidad. Era escandalosamente hermoso... La noche completa esperaba por nosotros.
No alcancé a avergonzarme, simplemente ya estaba aquí; y no detallaré la historia.
"Ven, quiero conversar contigo...Estoy tan feliz"
Yo no tenía palabras, sólo acariciaba su rostro, desde mis piernas, donde apoyaba su cabeza.
¿Cómo terminamos aquí (sí, aquí donde estoy en este preciso momento)? No lo sé, ¿Cómo sostuvimos nuestros pasos por ese pasillo interminable hasta mi puerta? No lo sé...
Los recuerdos; imágenes, pero no platónicas: ¡sensibles!; se materializan en mi mente, toman espacio y tiempo para revivirse y me arrastran a la nostalgia de momentos que no puedo tocar.
¿Y tú, acaso te acuerdas de esos momentos?
Fue el día premeditado de mi muerte perfecta, si mi vida hubiese acabado esa mañana, podrían haber puesto en mi epitafio: "Fue la más feliz, su vida fue VIDA."
Mi reloj se detuvo entre tus brazos, pero el mundo siguió girando... y hoy estamos aquí.
martes, 15 de septiembre de 2009
Momentáneamente sin título
No había entendido por qué no me arrazaba ese haz de inspiración, como lo hacía antes, cuando las palabras se caían por amontonadas de mis dedos... Y quizás todavía no lo entiendo. Por qué escribo y no lo siento. No tanto, no demasiado, no suficiente. Por qué trato de decir y las palabras se vuelven inútiles... ¿Por qué no tengo una oda a la vida, como en días anteriores? ¿O una plegaria a la muerte?
No tengo una idea en la mano, no tengo una mariposa que se me escape de la boca y me escriba los manifiestos de una pseudofilósofa que quiere retratar una vida en palabras... No tengo una mañana azul, se me perdió eso de la vida que sirve para suspirar. No entiendo qué escribo, pero lo quiero decir. Me falta el aire que me empujaba hacia una vida verdadera...
Me falta el aliento para contestar. Y aún estoy balbuceando respuestas, esbozando un par de líneas, arrancándome al papel... Por que, ¡Cómo podría mantenerme sobre los pies rotos de la existencia, sin al menos intentarlo? ¿Sin explicarlo todo en un silencio escrito, sin decir nada en una perífrasis eterna...?
Parece que pasaron años y yo no pude quebrar mi silencio. Dolió la tinta desperdiciada. Es que intenté gritar y no pude decir nada, salvo un rompecabezas falto de piezas, palabras a medio articular. Es que traté de decirlo y no pude : Tengo sed de amar.
Creo que son ganas de vivir. Tengo nostalgia de Mi vida, de esas mañanas resplandecientes, de esos discursos interminables que se me aparecían en la mente, porque la inspiración era toda mía.
Y no es un problema literario... Tengo sed de amar, extraño vivir.
Cuánto quisiera seguir tecleándo para siempre, hasta convertir esta entrada en un libro. De esos que inspiran tanto a la gente, pero lo que sigue ya lo expliqué: La Vida es una Rueda (y todo lo demás), y nos toca girar en todas las posiciones. Extraño la altura de mi pasado y hoy es otra la "Realidad", pero y qué; la vida volverá a girar. Y yo voy a seguir escribiendo, cómo andan las nubes en el cielo, cómo caen las gotas que se quedaron atascadas en los árboles, cómo mis días suben y bajan y cómo mi amor trata de mantenerme fuerte, mientras que el amado se me escapa de las manos, o vuelve. Las páginas de mis memorias se escribirán hasta la muerte, con letras o con sentimiento.
(Gracias a los dioses por el placer del arte, porque no se acaban las fuentes para crear, o simplemente expresar.)
domingo, 13 de septiembre de 2009
Estúpida
Mi peor enemiga... Soy yo.
A nadie le hago más difícil la tarea de disculparse conmigo, que a mí misma.
Nadie sufre tanto con mis errores, como yo.
Nadie hiere más mi orgullo, con nadie soy más indolente, que con la que llora al otro lado del cristal.
Y yo no le pido que sea perfecta. ¡Jamás perseguiría tamaña barbaridad! Ni ella se prestaría para tal abuso.
Es que yo no quiero ser perfecta.
-Pero a veces creo que lo soy...
Si no, ¿Por qué es que me sorprende tanto cuando te equivocas, querido corazón?
Tal vez mi inmoralidad ética espera más de lo que puedes dar, pero me recuerdo que no soy una diosa, y si he pecado es de estupidez...
No es que quiera criticarme, pero esta es una de esas pocas veces, en que te pasaste de la raya... ¡¿Por qué erraste Ahora?! ¿Por qué mi lapsus stúpidus tenía que afectarle a él?...
Definitivamente este es una especie de monólogo, pero quiero que tengas claro, que aunque me he dicho que de errores se aprende... y eso lo aprendí errando, este ERROR, inconsciente, inocente y estúpido, me duele más porque involucró a mi adoración. Tú adoración.
¿Por qué no me hicieron dormir los dioses, antes de actuar en el momento equivocado?
¿Por qué...?
¿Por qué a él?
¿Por qué me destruí perjudicándolo a Él...?
Él...
Creo que lo va a entender (y el margen de la duda es grande: quizás no)
A nadie le hago más difícil la tarea de disculparse conmigo, que a mí misma.
Nadie sufre tanto con mis errores, como yo.
Nadie hiere más mi orgullo, con nadie soy más indolente, que con la que llora al otro lado del cristal.
Y yo no le pido que sea perfecta. ¡Jamás perseguiría tamaña barbaridad! Ni ella se prestaría para tal abuso.
Es que yo no quiero ser perfecta.
-Pero a veces creo que lo soy...
Si no, ¿Por qué es que me sorprende tanto cuando te equivocas, querido corazón?
Tal vez mi inmoralidad ética espera más de lo que puedes dar, pero me recuerdo que no soy una diosa, y si he pecado es de estupidez...
No es que quiera criticarme, pero esta es una de esas pocas veces, en que te pasaste de la raya... ¡¿Por qué erraste Ahora?! ¿Por qué mi lapsus stúpidus tenía que afectarle a él?...
Definitivamente este es una especie de monólogo, pero quiero que tengas claro, que aunque me he dicho que de errores se aprende... y eso lo aprendí errando, este ERROR, inconsciente, inocente y estúpido, me duele más porque involucró a mi adoración. Tú adoración.
¿Por qué no me hicieron dormir los dioses, antes de actuar en el momento equivocado?
¿Por qué...?
¿Por qué a él?
¿Por qué me destruí perjudicándolo a Él...?
Él...
Creo que lo va a entender (y el margen de la duda es grande: quizás no)
sábado, 12 de septiembre de 2009
Post mortem
[Antes de descubrir que era una broma de los tarados de segundo (no de todos, de algún ocioso), escribí esto, quedó lindo y no lo quiero borrar... Me siento libre de seguir puteando al profe, al menos ahora sé que es importante]
Fue mi segunda imagen de la facultad. Y no fue agradable, como la primera (Peirano)... Después de casi mandarme a la cresta y no darme la bienvenida, ni solucionar mi problema (no podía inscribir ramos; en el pendrive de instrucciones decía "Si aún no puede inscribir ramos, diríjase a hablar con su coordinador de carrera para que los inscriba manualmente"), me llevó donde la secretaria (Después nos dijo, en clases, que las secretarias existían para hacer su trabajo) y le dijo "¡Esta niñita que no sabe inscribir los ramos...!"
Salía en medio de las clases para fumar con mis compañeros, dictaba demasiado rápido y NADIE tenía correcto el vocabulario (hasta que traducíamos el texto del libro y descifrabamos nuestros propios apuntes), me daba miedo hablarle cuando necesitaba algo, más por su indiferencia que por sus retos... Últimamente había fumado en plena clase, dentro de la sala, como decían que hacía antes. Se reía con nosotros, DE nosotros, por eso siempre rogaba que no me tocara traducir un capítulo en voz alta, porque, aunque latín es uno de los ramos que me viene mejor, estaba segura que de alguna manera el me podría hacer sentir estúpida, aunque lo hiciera bien... Lo peor es que no era con intención, era con indiferencia. Pero era una de las clases más entretenidas...creo... Lo que me hizo criticarlo con más fuerza que antes (antes me importaba menos), fue que ni siquiera nos inscribió bien en los cursos básicos temáticos y mis compañeros de filosofía y yo nos vimos a punto de ser expulsados del curso : "LA literatura como conciencia", por su culpa...
Yo pensé que algún día sería su ayudante, aunque me daba miedo (ya expliqué por qué); él me dijo que era muy guagua yo todavía para serlo, y que pagaban una mierda... pero, ¡claro!, que a pesar de eso, sería un honor para mi revisar sus pruebas.
Al menos no me hacía escribirle en la pizarra, ese era un "honor" reservado para la Camila, que tenía buena letra, según él, porque la suya "¡no se la entendía ni el mismo!", a mi algún día me esperarían otros "honores", cuando fuera su ayudante, claro... Sólo cuando vió mi promedio y se supo, por un segundo, mi nombre (y mis notas), me dijo: Hay que conocer a las niñitas a las que les va bien... ¡Para que me escriban en la pizarra!
No era de mis profes favoritos... Pero sí tradicionales, y eso que llevo menos de un año en la facultad. Era Valdivieso, con el que se podía wear en clases, el se reía de ti o de cualquiera, el que disfrutaba vaticinando una lluvia de rojos en la prueba ocho. El que logró hacernos la cantidad de pruebas que quería, a pesar de los paros.
Y a pesar de todo, cuando me enteré -hace poco-, de que no sobrevivió a su tratamiento respiratorio (ya me imaginaba yo que esa adicción enfermiza, peor que cualquiera, al cigarro le iba a traer problemas, pero en el fondo uno cree que esa gente es inmortal), se me encogío el corazón ante la muerte, que se llevó a Valdivieso y nos dejó sin coordinador... Lo voy a extrañar.
Si hay algo que nunca se me va a olvidar, es su risa burlezca, la que te hacía sentir pequeñito, insignificante.
Esa es la verdad, no alcacé a conocer demasiado al profe Valdivieso, porque llegué recién, pero yo iba a ser su ayudante y ... lo voy a extrañar.
Requiece in Pacem
(Ahora cuando me lo imagino, en el lugar después de la muerte, al menos lo veo riéndose)
Fue mi segunda imagen de la facultad. Y no fue agradable, como la primera (Peirano)... Después de casi mandarme a la cresta y no darme la bienvenida, ni solucionar mi problema (no podía inscribir ramos; en el pendrive de instrucciones decía "Si aún no puede inscribir ramos, diríjase a hablar con su coordinador de carrera para que los inscriba manualmente"), me llevó donde la secretaria (Después nos dijo, en clases, que las secretarias existían para hacer su trabajo) y le dijo "¡Esta niñita que no sabe inscribir los ramos...!"
Salía en medio de las clases para fumar con mis compañeros, dictaba demasiado rápido y NADIE tenía correcto el vocabulario (hasta que traducíamos el texto del libro y descifrabamos nuestros propios apuntes), me daba miedo hablarle cuando necesitaba algo, más por su indiferencia que por sus retos... Últimamente había fumado en plena clase, dentro de la sala, como decían que hacía antes. Se reía con nosotros, DE nosotros, por eso siempre rogaba que no me tocara traducir un capítulo en voz alta, porque, aunque latín es uno de los ramos que me viene mejor, estaba segura que de alguna manera el me podría hacer sentir estúpida, aunque lo hiciera bien... Lo peor es que no era con intención, era con indiferencia. Pero era una de las clases más entretenidas...creo... Lo que me hizo criticarlo con más fuerza que antes (antes me importaba menos), fue que ni siquiera nos inscribió bien en los cursos básicos temáticos y mis compañeros de filosofía y yo nos vimos a punto de ser expulsados del curso : "LA literatura como conciencia", por su culpa...
Yo pensé que algún día sería su ayudante, aunque me daba miedo (ya expliqué por qué); él me dijo que era muy guagua yo todavía para serlo, y que pagaban una mierda... pero, ¡claro!, que a pesar de eso, sería un honor para mi revisar sus pruebas.
Al menos no me hacía escribirle en la pizarra, ese era un "honor" reservado para la Camila, que tenía buena letra, según él, porque la suya "¡no se la entendía ni el mismo!", a mi algún día me esperarían otros "honores", cuando fuera su ayudante, claro... Sólo cuando vió mi promedio y se supo, por un segundo, mi nombre (y mis notas), me dijo: Hay que conocer a las niñitas a las que les va bien... ¡Para que me escriban en la pizarra!
No era de mis profes favoritos... Pero sí tradicionales, y eso que llevo menos de un año en la facultad. Era Valdivieso, con el que se podía wear en clases, el se reía de ti o de cualquiera, el que disfrutaba vaticinando una lluvia de rojos en la prueba ocho. El que logró hacernos la cantidad de pruebas que quería, a pesar de los paros.
Y a pesar de todo, cuando me enteré -hace poco-, de que no sobrevivió a su tratamiento respiratorio (ya me imaginaba yo que esa adicción enfermiza, peor que cualquiera, al cigarro le iba a traer problemas, pero en el fondo uno cree que esa gente es inmortal), se me encogío el corazón ante la muerte, que se llevó a Valdivieso y nos dejó sin coordinador... Lo voy a extrañar.
Si hay algo que nunca se me va a olvidar, es su risa burlezca, la que te hacía sentir pequeñito, insignificante.
Esa es la verdad, no alcacé a conocer demasiado al profe Valdivieso, porque llegué recién, pero yo iba a ser su ayudante y ... lo voy a extrañar.
Requiece in Pacem
(Ahora cuando me lo imagino, en el lugar después de la muerte, al menos lo veo riéndose)
lunes, 7 de septiembre de 2009
-
¿De qué manera se pausan los corazones?
Me explican, en delirios iluminados, las voces de la razón que presionar un botón bastaría para calmar esta necesidad nauseabunda que es en-amor-arse, sin dejarla morir (Parece una lección irónica sobre mi aversión a la tecnología, al menos ella tiene un mecanismo de detención, de suspensión). Ojalá fuera un conjunto de metal, y pudiera estar en off... algunos momentos.
Hacer lo correcto es esperar con el corazón dormido, para que no duela. Hacer lo correcto es no perder la fe y al mismo tiempo no esperar nada. Hacer lo correcto es dejar que la conciencia avance sin salirse de sus cabales y que cada paso suyo sea en pos de la emoción...
Dicen que si se tratan de unir, el corazón se pierde en la red neuronal de la racionalidad; y la mente se ahoga en la sangre sucia de las venas, en la sangre que palpitó, sintió, vivió y va a morir. Pero el consenso es una opción. Sí, la discusión es pasajera y es el fin la solución.
El consenso es VER, abrir los ojos más allá de los límites de una u otra pared, alcanzar la verdad afuera de la materia gris y el golpeteo muscular.
Mi concenso es esperar, mi mente dice cómo, mi corazón dice por qué.
PAUSA
martes, 1 de septiembre de 2009
Los muertos no lloran
lunes, 24 de agosto de 2009
Y los sueños, sueños son.
¡El Sol parecía tan cálido en su lánguido resplandor!. Parecía como si hubiera bañado al cielo hace poco una lluvia ligera, fresca, y las nubes casi se deshacían en remolinos imaginarios, dejando sólo a la vista una estela, un estuve aquí.
Y las olas... las olas casi no sonaban, sus azotes parecían música de fondo para un momento perfecto, parecía como si acariciaran la arena, que se veía tan dorada, como si el Sol hubiera puesto en ella un poco de su magia. Se veía tan soñolienta, pero tan llena de vida como el Sol ese día.
Increíblemente no había mucho público admirando tal escena. Aquello era lo único que podía indicar que era un sueño.
Habían escapado juntos, recurriendo a una pequeña mentirilla para esconder su afán por tomarse de la mano sin testigos, ocultando que ella se sonrojaba cuando el dejaba escapar una sonrisa. Porque su sonrisa es tan bella, que ante tanta ternura que le inspiraba, ella sólo podía avergonzarse, de sentir tantas ganas de besarle. Unas ganas locas de arrojarse a los brazos de aquel que había sido su compañero durante tantas lunas, durante tantas vueltas de la Rueda, tantas vidas.
Y él estaba ahí, ajeno quizás a esos pensamientos que de vez en cuando le hacían sentido y otras, simplemente le confirmaban un abismo de locura. ¿Pero qué importaba? Locura era lo que ella tenía. Y locura la que estaban llevando a caso simplemente al caminar uno al lado del otro, mirándose con ojos de amor y de deseos. Porque para eso estaban ahí, para lanzarse en un túnel de amor y deseo, a merced de Sol tenue y la brisa.
De pronto no pudo evitar preguntarse por qué el escenario de sus sueños debía ser siempre aquella playa. ¿Por qué? Si despierta hubiera preferido tener bajo los pies un manto verde y terroso, y haberse escondido con él entre cientos de árboles milenarios que hayan sido testigos de su amor cientos de veces. Sólo estaba segura, y ahora lo sabía, de que ese lugar estaba fuera del tiempo, no obedecía a Lunas ni Soles, Estaciones, Años, horas... Era el lugar que siempre habían buscado: Y allí estaba, incrustado en su inconsciente, descaradamente recordándole que no era un lugar real, sólo había surgido de su imaginación.
Y nada era real. ¿Dónde estaba aquel, entonces, el que le robaba el sueño, el que se entrometía en cada uno de sus pensamientos? A su lado. Caminaba a su lado con la misma sonrisa maravillosa que le había dedicado en días ya bastante lejanos. ¿Pero acaso era real?
Sí. Tenía ese olor fresco, envolvente, con un leve vestigio de aroma a tabaco que hacía pensar que, en algún tiempo casi remoto, algún cigarro había pasado por sus manos y había ido a parar a su boca, a la que tanto quería ella rozar con sus labios.
Definitivamente ese hombre, con los ojos de sueño iluminados, tenía que ser real.
Y ella se acercó, tímida, asustada de que él se hubiera olvidado de su presencia, para que la estrechara con sus brazos... Y él, apenas mirándola de re-ojo, la dejó acomodarse entre su brazo y su pecho. Y su contacto fue tan fuerte, sus manos la atraparon con tal firmeza, que ya no cabía duda: Él... ¡Él era más real que su sueño!
Y al abrir los ojos por la mañana, supo que había hayado el lugar más íntimo para sus encuentros:
-"La Vida es Sueño..."
Respitió, disfrutando de las últimas palabras que le oyó decir a aquel en sueños: "Hoy vamos a besarnos por todos esos días en que no pudimos vernos..."
domingo, 23 de agosto de 2009
Rueda
Tengo ganas. Hoy día me miro al espejo y me acuerdo de que escondo en mis ojos ilusiones y hechizos para hacerlas realidad. Y hace pocos días sentí que la línea que divide a la vida de la muerte, no era lo suficientemente significativa para mantenerme respirando, o no. No importaba. Y pensaba, realmente lo pensaba -lo sabía- que debía de estar ciega, porque había perdido el cristal de la esperanza y se empañó mi mirada de desconsuelo... Desconsuelo, absoluto desconsuelo. Porque miré hacia todas las direcciones y no vi ninguna puerta, no vi ventana alguna y lo único que me aseguraba que aún seguía con vida era el dolor...de perder. Y la vida es sueño... Soñaba, aunque creí que había dejado de soñar. Soñaba que podía despertar al camino de la esperanza, volver a vivir, aún sin saber cómo.
Hoy tengo ganas. Tengo ganas de volver a sentir que vivo. Sin que importe si acaso corretean por mis venas los llantos de mi alma. "Vivir no es sólo respirar".
Gracias. Por darme un respiro de Vida.
XC
Y no importa, ¡Realmente no importa! Cuantas veces baje, hay que volver a subir.
(Y a bajar de nuevo, y volver a subir... )
sábado, 15 de agosto de 2009
La Duda.
El dolor de pronto ya no es tan dulce. Y es que el placer radica en la esperanza del remedio. Saber que habrá una cura, que no es necesario abrir tanto las yagas, que los sueños sanan los más irremediables pensamientos que oscurecen al corazón, aviva las ganas de volver a estar bien. Pero sin aquel remedio, qué tanto vale la vida, enfrentarse al dolor sin recompensa. Es por eso que se abren dos caminos: Desfallecer entre lágrimas muertas, o buscar alguna fuente de inspiración, que excite a la vida, para que siga fluyendo en la luz que se escapa[ba] de mis ojos.
Y entonces, la duda: ¿Ser o no ser?
Frase de maestro/s, qué fuerte es su impacto en el que vacila entre la línea de la existencia.
( ¿Por qué el ser y no más bien la nada? )
lunes, 10 de agosto de 2009
Almohada
Tengo una almohada azul donde se registran mis lágrimas. Cada gotita de tristeza, miedo, frustración, felicidad y nostalgia se deposita sobre su superficie manchada de mis llantos.
Es cierto, ahí está: sobre mi cama esperando que se acueste sobre sus plumas mi mente, para acunar a mis recuerdos y aminorar el golpe de las caídas de la vida.
Mi almohada azul... ¿Qué dirían si la vieran? Con su rostro mojado de mis sentimientos. ¿Qué pensarían si supieran cuántas veces he hundido mi cara en su regazo para derramar mis emociones...
Cómo quisiera que mi almohada pudiera acariciarme, que pudiera hablar con esa voz que cambia mi mundo.
Cómo quisiera que mi almohada azul se pareciera a ti.
miércoles, 5 de agosto de 2009
Soñar
Después de repasar y repasar mis propias emociones, me dieron ganas de borrarme el pasado. Arrancar las páginas de mi tristeza, y limpiar, para empezar, como si fuera ayer, a escribir otra vez.
¿Y qué pasó con mi ley del no-arrepentimiento?
No puedo desaparecer una parte de la historia que ha sido verdadera, sería como sustraer de la Edad Media las cruzadas, como omitir un holocausto de las tierras alemanas, como quitarle el reaggeton a la juventud de estos días -y lo digo yo, ¡qué pena!-.
Sucede que todo lo que sube tiene que bajar, y que nada nace sino para morir. Así juega la vida con ciclos, disfrazándose de línea, como si fuera continua, y así me sube y me baja como si yo no fuera a sentir. Y de repente me doy cuenta de que he estado mucho tiempo abajo, aferrándome a la tierra, apretando los párpados para intentar ver el cielo, como si fuera a dibujarse dentro de ellos.
Ya es momento de que levante la cabeza y observe las estrellas, las nubes corriendo una tras de otra y continúe ascendiendo al caminar.
Sé que mientras mire al cielo encontraré la fuerza necesaria para batir las alas, y al final ahí estarás, como siempre, a pesar de todo. Pero ya no quiero detenerme para llorar (no demasiado tiempo, tratándose de mi una afirmación como esa es demasiado extrema).
Mírame desde las estrellas, si me observas, seré valiente para soñar.
¿Y qué pasó con mi ley del no-arrepentimiento?
No puedo desaparecer una parte de la historia que ha sido verdadera, sería como sustraer de la Edad Media las cruzadas, como omitir un holocausto de las tierras alemanas, como quitarle el reaggeton a la juventud de estos días -y lo digo yo, ¡qué pena!-.
Sucede que todo lo que sube tiene que bajar, y que nada nace sino para morir. Así juega la vida con ciclos, disfrazándose de línea, como si fuera continua, y así me sube y me baja como si yo no fuera a sentir. Y de repente me doy cuenta de que he estado mucho tiempo abajo, aferrándome a la tierra, apretando los párpados para intentar ver el cielo, como si fuera a dibujarse dentro de ellos.
Ya es momento de que levante la cabeza y observe las estrellas, las nubes corriendo una tras de otra y continúe ascendiendo al caminar.
Sé que mientras mire al cielo encontraré la fuerza necesaria para batir las alas, y al final ahí estarás, como siempre, a pesar de todo. Pero ya no quiero detenerme para llorar (no demasiado tiempo, tratándose de mi una afirmación como esa es demasiado extrema).
Mírame desde las estrellas, si me observas, seré valiente para soñar.
martes, 4 de agosto de 2009
Otra Vez
Creo que quedan pocas horas.
Digo CREO, para que Las cosas de la vida
no se ofendan y me cambien los planes,
otra vez.
Ahora que quedan pocas horas,
el tiempo sigue jugando con mi paciencia
y se extiende lánguido, insufrible de incertidumbre,
otra vez.
Ahora que el abismo de los días,
las semanas, ¡los meses!
se me arrancan de la memoria, jugando a ocultarse de mi recuerdo,
me aplastan las preguntas y me sorprendo hipotetizando,
otra vez.
Y te veo, distraído -otra vez-,
y te veo mirándome con palabras que se escapan de tus ojos -otra vez-
Te veo ignorándome -otra vez-
y abrazándome en secreto -otra vez-.
Me veo destrozada, llorando -otra vez-,
y tan feliz, ¡emocionada!, llorando -otra vez-.
¡Y es que te conozco de tantas maneras, de tantas formas, tantas miradas, tantos gestos, tantas expresiones, tanto sentimiento, que no sé qué he de esperar.
Una sorpresa, quizás.
Como el abrazo inesperado que una vez me encontró sentada en una escalera;
quizás no te acordarás. Otra vez.
domingo, 2 de agosto de 2009
¡No puedo escribir!
¡Qué prisión más horrible que el Silencio! Silencio multívoco que en ocasiones significa paz. Y hoy es sólo la prueba de mi incapacidad de gritar. Es el candado que cerró a mi corazón y ha privado de los placeres de la expresión a mi alma. Silencio, silencio... ¿Qué más se puede decir cuando nadie quiere escuchar...?
jueves, 25 de junio de 2009
Templanza
Templanza...
Sé cuando llegaste a mi vida, y cómo me abandonas.
Descubrí que tu presencia es esquiva cuando el fantasma de mis fantasías no me acompaña.
Ahora sé que vienes adjunta a la figura que llena mi vacío, que se acuesta en mi pecho y me calma, y me cura.
Y es que hoy estoy como antes... Y me pregunto si acaso te habré perdido o volverás. ¿Sanarás mi corazón, limpiarás m sangre, como antes?
Templanza, sé que eres un atributo más del Rey de mis sueños, y no puedo pedirte que aparezcas, mientras mi espíritu este incompleto.
... Cada vez me hace más sentido, ese discurso de Aristófanes...
Sé cuando llegaste a mi vida, y cómo me abandonas.
Descubrí que tu presencia es esquiva cuando el fantasma de mis fantasías no me acompaña.
Ahora sé que vienes adjunta a la figura que llena mi vacío, que se acuesta en mi pecho y me calma, y me cura.
Y es que hoy estoy como antes... Y me pregunto si acaso te habré perdido o volverás. ¿Sanarás mi corazón, limpiarás m sangre, como antes?
Templanza, sé que eres un atributo más del Rey de mis sueños, y no puedo pedirte que aparezcas, mientras mi espíritu este incompleto.
... Cada vez me hace más sentido, ese discurso de Aristófanes...
martes, 19 de mayo de 2009
Go Out
Abrir la puerta; salir.
Salir de mi mundo de fantasía, escapar de lo gris que se tornó la imaginación.
Qué difícil, ¡Qué difícil!
Salir sin despedida, sin un abrazo y un no me olvides...
¡Qué difícil...
La incertidumbre, debatiéndose con la esperanza -cuasiseguridad-, de que Todo va a estar bien, de que pronto volverá.
Volverá a abrirse mi ventana de ilusiones-?
Volverá a brillar la suficiencia de mi existir, para mi espejo de sentimientos. Pero en ese sueño, ninguno más.
¡Qué difícil! Qué difícil...
Asumir y creer, sin embargo, que volverá. Aceptar que no hay vencedor -aún-, en la batalla de la razón y el corazón.
La sangre hoy fluye, sigue corriendo, pero fría, llorando una partida que ni siquiera ES.
Si al menos me destrozara por completo, si al menos me empujara y cerrara la puerta detrás de mi -porque ya descarté la opción del beso y el vuelve pronto-...
Pero no, no es así. ¡Qué difícil asumir!
Salir de mi mundo de fantasía, escapar de lo gris que se tornó la imaginación.
Qué difícil, ¡Qué difícil!
Salir sin despedida, sin un abrazo y un no me olvides...
¡Qué difícil...
La incertidumbre, debatiéndose con la esperanza -cuasiseguridad-, de que Todo va a estar bien, de que pronto volverá.
Volverá a abrirse mi ventana de ilusiones-?
Volverá a brillar la suficiencia de mi existir, para mi espejo de sentimientos. Pero en ese sueño, ninguno más.
¡Qué difícil! Qué difícil...
Asumir y creer, sin embargo, que volverá. Aceptar que no hay vencedor -aún-, en la batalla de la razón y el corazón.
La sangre hoy fluye, sigue corriendo, pero fría, llorando una partida que ni siquiera ES.
Si al menos me destrozara por completo, si al menos me empujara y cerrara la puerta detrás de mi -porque ya descarté la opción del beso y el vuelve pronto-...
Pero no, no es así. ¡Qué difícil asumir!
domingo, 17 de mayo de 2009
Caer
¿Cómo se puede estar tan alto y caer tan bajo? Cómo es posible vivir bajo la tierra después de haber tocado el cielo. Cómo puede transformarse tanta plenitud en tanta angustia, ¿Cómo! ¿Cómo asumir esta caída sin que duela tanto el azote de la realidad actual? ¿Cómo asumir lo que se especula, si no se le quita espacio a la esperanza de una verdad distinta, distinta a los supuestos e idéntica -o cercana- a la que fue...? ¿Cómo se puede creer en lo que se conoce -o se cree conocer- no es? ¿Cómo querer asumir que se cae, si nuestro corazón se aferra a las estrellas, donde vivió? ¡Y cuándo! Cuándo resbalé y caí, ¿Cuándo? ¿Qué no vi... por qué de pronto me alejo de mi cielo? Ya no me sostiene el aire, vivo sin respirar, mendigando sueños de vida. Eso es, mendigar... Caer y rogarle a las manos salvadoras que te sostengan, que te cojan y te levanten, suplicar, sin pedir, que no te dejen caer a la tierra sin fondo, rogar por el alimento de la esperanza. Suplicar, sin decir, y esperar eternamente a las manos que te cojan y te levanten, hacia donde estabas, o al menos cerca...
jueves, 16 de abril de 2009
Un mar
Entre la frivolidad y la verdad, el alma es como un hombre bajo el agua. La superficie ofrece un respiro placentero y la profundidad un montón de maravillas, a cambio de soportar vivir sin respiración.
De pronto me pregunto cuántos estarán dispuestos... De pronto me decepciona todo exponente del género humano...
domingo, 12 de abril de 2009
Diálogos
Las palabras se resbalan de mi boca, mucho más simple, cuando no estás. Configuro sonidos con sentido y rebotan en mi espejo, cuando disuelvo mi reflejo con tu imagen. Es mucho más fácil crear discursos que den cuenta de lo que ocurre, cuando sólo mi mente se detiene a escucharme, cuando la fantasía se disfraza de tus respuestas.
Y luego, cuando es verdad que hablo, cuando se quiebra el espejo de imaginaciones, cuando aparece la figura clara y verdadera de mi destinatario, las ideas se esconden, avergonzadas y yo sólo callo... Pensando en si será correcto, recriminando mis dudas, mis aflicciones, castigando mis debilidades, me callo. Y aún cuando la justicia avala mi necesidad de decir, tengo miedo de no ser yo misma mi receptora, de no poder meterme dentro de otras almas para poder recrear mis sentimientos, para saber que saben de qué estoy hablando. Por eso me siento frente al espejo, a conversar con mis pensamientos, imaginando que llegas y me ves, creyendo con todas mis fuerzas que eres capaz de mirarme, otra vez, de mirarme, sin pronunciar una sola palabra, sin decir a media voz que espero una respuesta a mis monólogos.
viernes, 10 de abril de 2009
Ven
No voy a estar todo el día en la cama, acurrucada en el viento que se escabulle por la ventana. No puedo estar todo el día llorando mis ilusiones, con el cabello revuelto y los ojos hinchados -aunque quisiera-. No puedo saborear el silencio de mis sueños rotos hasta que caiga el Sol y seguir alimentando en mis entrañas la esperanza de que algo mágico ocurrirá... ¡Llama! Llama, antes de que venga a buscarme la desesperación, antes de que el mundo superficial me cierre los labios para forzarme a una sonrisa falsa. Sálvame antes de que se me acaben las lágrimas y tenga que caminar hacia una máscara de porcelana. Susúrrame al oído, antes de que se extinga mi fe, acerca tus labios a mi rostro y despierta a mi alma de su sueño mortuorio.
No puedo ver caer al Sol mientras me ahogo con mi llanto, apresúrate antes de que me congele la tristeza con sus manos, apresúrate, antes de que me convensa de que has desaparecido. Ven, envuélveme en tus brazos antes de que a mi cobija se la lleve el viento, antes de que me levante la desilusión y me ponga una soga al cuello.
Ven... No puedo estar todo el día en la cama, esperando a que algo me despierte.
Ven, que no puedo detener el paso de este abismo que se traga hasta mis recuerdos.
Ven, que eres lo único capaz de resucitar la causa de mi calma.
Ven, que me estoy convenciendo de que que no vendrás.
Ven...
jueves, 9 de abril de 2009
Esperanza
Esperanza, ilusa esperanza... A veces siento que te llevas en tu decadencia mi alma, y, aún
así, sin ti la vida es una muerte respirada.
Esperanza incierta, me regalaste tantas verdades, tanta grandeza le vendiste a mi corazón, que ahora me cuesta creer en tu doble filo, que ahora estoy sometida a el dolor de tu desengaño.
Esperanza, fuiste la llave hacia los mundos que jamás creí poder vivir, por eso ahora te retengo, te abrazo... No quiero dejar-te.
así, sin ti la vida es una muerte respirada.
Esperanza incierta, me regalaste tantas verdades, tanta grandeza le vendiste a mi corazón, que ahora me cuesta creer en tu doble filo, que ahora estoy sometida a el dolor de tu desengaño.
Esperanza, fuiste la llave hacia los mundos que jamás creí poder vivir, por eso ahora te retengo, te abrazo... No quiero dejar-te.
miércoles, 1 de abril de 2009
Cegada
Si, en el peor de los casos,
nuestra promesa se quebrara,
si de pronto las pasiones
se desvían y me engañan;
preferiría no saber,
y, al contrario de mi oficio,
de mis ganas de mirar,
preferiría estar cegada,
antes que ver la verdad.
Que la vista se me nuble,
que me quede encandilada,
que creyendo en mi memoria
lo nefasto se haga nada.
miércoles, 4 de marzo de 2009
sábado, 28 de febrero de 2009
Ciclo sin fin
Pueden acusarme de bipolar, maníaco-depresiva, pero hoy vuelvo a escribir finales felices, aunque difusos, aún.
La vida sube y baja, y no sólo un poseedor de habilidades espirituales superiores puede darse cuenta. Asi es el ciclo: nacimiento, desarollo, muerte, nacimiento, desarrollo... Sin fin. Nada es perfecto, todo cambia, sólo lo esencial se mantiene y sólo los maestros en espiritualidad pueden detenerse dentro del ciclo, sólo alcanzando un nivel extraordinario de comprensión podría mantenerme en el clímax sin caer, pero vale la renuncia a las banalidades, al extremo... Digamos que yo lo he hecho a medias: al menos renuncio a mover mis músculos, desde los pies al corazón, sin buscar tras ello un sentido superior, al menos eso intento, al menos me arriesgo por vivir el éxtasis de existir y no-existir en el mismo instante, al menos no le temo a intentar, al menos creo...
viernes, 27 de febrero de 2009
Locura o Muerte
Borrar el mundo de mi, o borrarme a mi del mundo. Eso quiero. Quiero no ver, quiero vivir donde se esconden mis lágrimas, donde no duele el sabor de las ilusiones; quiero encerrarme en con llave en el momento en que la vida, a la que así bauticé, se volvió cierta, en el momento en que la rotación y la gente se hizo transparente junto a mi concreta fantasía. Quiero enredar mi mente con el contraste de lo tangible e inventar las venas donde la sangre corrió real en mi locura, quiero mirar al fantasma de mis fantasías y que me hable desde mi imaginación, que lo creó, aunque ya no quiera ser de carne y hueso...quiero creer que sí. Quiero oírle, aunque su voz sólo se escuche entre las paredes de mi cabeza, quiero despertar con la sonrisa de mi verdad, aunque en el mundo sea mentira.
Es que mi vida está fundamentada en esas cosas que no son para la gente -aún para los que insisto en creer que sí-... Por qué, no lo sé, quizás mis desvarios sobre lanzas y armaduras, escondan un tesoro psicológico o quizás es tan común que los libros se han hartado de contener mi caso (asi como el Quijote) Y sé que en estos cuentos sólo hay dos finales permitidos: locura y muerte... Amor, ese es el antecesor a éstas dos catástrofes, es el precursor de mi existencia platónica, el emperador de Libertad, Justicia y tantas palabras que caben en ideales, que me desquician.
¿Locura o muerte? No hay "Y vivieron felices por siempre...", entonces por qué, ¿Por qué he creido desde siempre que intentarlo es lo más sensato, aunque todos opinen lo contrario? ¿Por qué, si el camino para lograrlo es el que en todas las historias lleva a Locura o Muerte? ¿Y por qué nadie me responde, por qué dejan que me pierda en ensoñaciones de tragedias y cuentos de hadas? ¿Por qué? ¿Dónde está la salvación, de la que tanto inventan? ¿Qué hacer: escapar de mi mente y correr a una vida sensata o dejarme llevar por la corriente de mi sangre alterada?
¿Qué hacer... vivir o no-vivir?
Es que mi vida está fundamentada en esas cosas que no son para la gente -aún para los que insisto en creer que sí-... Por qué, no lo sé, quizás mis desvarios sobre lanzas y armaduras, escondan un tesoro psicológico o quizás es tan común que los libros se han hartado de contener mi caso (asi como el Quijote) Y sé que en estos cuentos sólo hay dos finales permitidos: locura y muerte... Amor, ese es el antecesor a éstas dos catástrofes, es el precursor de mi existencia platónica, el emperador de Libertad, Justicia y tantas palabras que caben en ideales, que me desquician.
¿Locura o muerte? No hay "Y vivieron felices por siempre...", entonces por qué, ¿Por qué he creido desde siempre que intentarlo es lo más sensato, aunque todos opinen lo contrario? ¿Por qué, si el camino para lograrlo es el que en todas las historias lleva a Locura o Muerte? ¿Y por qué nadie me responde, por qué dejan que me pierda en ensoñaciones de tragedias y cuentos de hadas? ¿Por qué? ¿Dónde está la salvación, de la que tanto inventan? ¿Qué hacer: escapar de mi mente y correr a una vida sensata o dejarme llevar por la corriente de mi sangre alterada?
¿Qué hacer... vivir o no-vivir?
martes, 17 de febrero de 2009
"Volveré"
Recuerdo su primera ausencia. Fue hace años...
Simplemente, un día ya no estuvo. Y lo soñé; soñé varias veces que lo buscaba por caminos imposibles, por lugares de colores irreales. Nunca lo alcancé.
Cada día, lo esperé. Él me decía que lo más probable era que voliera. Y yo lo esperaba.
Cuando no aparecía, mi recuerdo me gritaba sus palabras: "Volveré". Pero no aparecía, y al tiempo, por fin, lo acepté.
(...)
Pero esperaré.
lunes, 16 de febrero de 2009
Estabilizando
Colapso
La frecuencia y la fuerza de mis latidos se amplifican en cantidades que superan la resistencia de mi pecho. Me desbordo de sangre y el oxígeno me penetra tan furtivamente que me ahoga y me satura la vida. Son espasmos, contracciones de terror y angustia; soledad, amiga y consecuencia de la independencia, y la adicción al calor de un sentimiento verdadero, en medio de tanto sintetismo.
Los nervios me condenan a la incertidumbre y la esperanza insiste en quedarse, siempre.
domingo, 15 de febrero de 2009
La llamada
Antes había estado en esa situación, pero nunca había tardado tanto en decidirme. Horas. Mis manos temblaban y parecía que de una situación tan simple pendía el futuro de mis ilusiones. Presionar la tecla, eso era todo. En la pantalla se leía su nombre y una serie de números que a veces repito en mi mente, para que no se me olviden. Lo dejé a un lado y caminé, sin ninguna orientación, sin sentido. Me pregunté, por primera vez en mucho tiempo, qué era mejor: Hacer lo que debía y responder a una dignidad adoptada, o dejar que mis sentimientos me llevasen sin pensar. La última opción siempre ha sido la correcta para mi, pero esta vez eran los sentimientos los que no estaban claros, es decir, no estaba claro qué era lo que quería. Cogí el maldito aparato con una mano y lo apreté, cerré los ojos y me dejé acariciar por el viento que se filtraba por debajo de las cortinas. Sabía que lo que yo esperaba era no tener que hacerlo, no quería marcar, quería que de pronto, en ese momento, fuera él quién llamara. Y eso era lo que debía hacer: esperar. ¿Qué voy a decir?, me pregunté. No tenía palabras, no sabía qué buscaba... Debía esperar. Me convencí.
A penas entreabriendo mis párpados pude ver que mi dedo se deslizaba y presionaba la tecla. "No contestes", pensé con miedo, "No lo hará", contestó la molesta voz de mi consciencia. Pude oír cómo marcaba: sonó dos veces y luego la llamada fue rechazada.
"Para eso tanto show...", fue lo único que alcancé a decir, aliviada, antes de correr a escribir lo que sentí en mi ridícula aventura con el teléfono.
Sin sueño
Hablándole al aire,
susurrándole a un suspiro...
Se me pasa la noche en una paradoja
de desconsuelo y esperanza.
Cada vez que cierro los ojos
aparece el laberinto antiguo
de una vida perdida,
y el sueño se hace imposible
cuando la tensión de no hallarla
me roza la piel en mi inconsciencia.
Es una tortura la vigilia,
que cierra la entrada a las tierras encantadas.
Y es peor cuando el sueño
no borra las desiluciones,
por el contrario, las acentúa
y no abre la puerta hacia la calma,
donde los diálogos imaginarios
se desvanecen en caricias que parecen verdaderas.
sábado, 14 de febrero de 2009
Fantasía de una cama deshecha en silencio
Sin palabras. Esta vez no alcanzarían. Sólo sería necesaria una mirada de niña y esperar a que te acercaras. Esta vez sí esperaría que vinieras a buscarme, esperaría una caricia de tu mano en mi rostro, que me corrieras el pelo de los ojos y me besaras la frente y los labios. Entonces cerraría los ojos y apoyaría mi cabeza en tu pecho, dejaría caer, por fin, una lágrima sobre ti, resumiendo en ella tantas cosas que ojalá te hubiera dicho y no me atreví (es mejor así). Tendría miedo de tocarte y tu acabarías con él, me estrecharías contra ti y yo ya no podría separar mi piel de la tuya. Te recostarías de a poco, y yo, sobre ti, sólo te miraría a los ojos en silencio intentando que decifraras el código de mi mirada. Inflarías el pecho y me besarías, pasando de la delicadeza a la pasión. Y luego haríamos el amor en silencio, hasta que en el momento preciso pudiera pronunciar un "Te amo".
lunes, 26 de enero de 2009
La fe no es ciega
Me considero una persona de una fe enorme, fuerte y perdurable, sin embargo, nunca me ha cegado la fe. Y tampoco creo que la religión sea equivalente a la "fe".
Ya me he llenado de palabras intentando explicar que creo que la gente ha cambiado su capacidad de pensar y descubrir verdades por si misma, por la comodidad de acatar los dictámenes de la autoridad, la tendencia o su propia ignorancia.
Sinceramente, no puedo creer que un ser humano con un alma tan susceptible a adquirir sabiduría y descubrir verdad, no tenga el valor de cuestionarse y contestar "porque así es". No entiendo por qué la Iglesia insiste en contraponerse con la ciencia, por ejemplo, si es esta misma la que demuestra la existencia de una energía poderosa y trascendente, la que ellos llaman Dios, pero claro, también buscar la verdad -por medio de la ciencia u otras creencias, etc-, desaprueba sus mitos, los que han utilizado durante ya miles de años para controlar masas.
Acabo de ver un video que me envió una amiga, algo shockeada, donde, según ella, se afirmaba que "Dios no existe", y yo, a pesar del desgano, me puse a verlo guiada por la enorme curiosidad de saber qué argumentos podría utilizar alguien para decir una cosa así, porque, de cualquier forma, dios (o dioses: alá, zeus, morrigan, cernnunos, horus, isis,etc) es simplemente el algo que mueve las cosas y que no podemos entender... Entonces, qué gran descubrimiento ha de haber sido el que puso en evidencia que dios no existe. Pero al ver el video me di cuenta de que no era más de lo que yo ya sabía (en general, porque habían datos que no conocía): la Religión es un método de manipulación masiva, y sobre todo la cristiana, un plagio.
¿A qué me refiero? (cualquier creyente asérrimo me quemaría en una hoguera, jaja) Hay incontables similitudes entre las antiguas religiones y la cristiana -no es necesario nombrarlas, para eso está google, y hay miles de libros-. Es más, las similitudes se dan entre las mismas antiguas religiones. La diferencia es que los cristianos terminaron con la tolerancia. Ellos tomaron estas representaciones, como la representación de dios en el Sol, las transformaron a en su credo y dictaminaron que todos los mitos eran literales (como la Biblia, aunque algunos la interpretan, pero sólo desde una perspectiva cristiana, nadie se ha preocupado dentro de una Iglesia evangélica, por ejemplo, de comparar sus historias con mitología, ¡ni pensarlo!). Al hacer estos mitos literales, al no comprender ni ellos mismos lo que dicen, se han hecho contradictorios y, al razonar los dogmas, ridículos. Supongo que no hay que ser muy escéptico para notar la contradicción de que dios te juzgue y castigue, y aún así, te ame; de la contradicción entre los votos de pobreza, obediencia y castidad de los curas, y el trono, corona, anillo, piso, plato, etc, etc, de oro del Papa). Lo más patético es que la humanidad se somete sin atreverse a dudar de nada. Han llegado al extremo de dar respuestas tan ridículas, como que las semejanzas de Jesús con muchos dioses paganos, son porque "el diablo" lo hizo, porque él creo esas historias paganas para poner a prueba la fe de los cristianos que se enteraran de esto... Yo me pregunto, cómo un ser racional, puede tragarse esto.
Quizás la razón nos haga más escépticos, sí, pero investigando y buscando creer, descubrimos que sabemos menos de lo que pensábamos, y al mismo tiempo, descubrimos lo divino de la vida, llámese como se llame. Las religiones dictadoras limitan al Hombre, cuando debiera ser todo lo contrario, debiera guiarnos, como ellas dicen que hacen, hacia La Luz, que no es más que el conocimiento, el auto descubrimiento, el asombrarse de el Todo, y a través de ellos, creer. La fe no es ciega, creo yo, la fe es abrir los ojos y pensar, descubrir, no adherirse a una religión y rezar porque sí. Y la razón, por algo nos la fue dada, para dudar de todo... Aunque insistan en decir que es un pecado y que todo es culpa de Eva y su manzana, pero ese es otro largo tema.
Ya me he llenado de palabras intentando explicar que creo que la gente ha cambiado su capacidad de pensar y descubrir verdades por si misma, por la comodidad de acatar los dictámenes de la autoridad, la tendencia o su propia ignorancia.
Sinceramente, no puedo creer que un ser humano con un alma tan susceptible a adquirir sabiduría y descubrir verdad, no tenga el valor de cuestionarse y contestar "porque así es". No entiendo por qué la Iglesia insiste en contraponerse con la ciencia, por ejemplo, si es esta misma la que demuestra la existencia de una energía poderosa y trascendente, la que ellos llaman Dios, pero claro, también buscar la verdad -por medio de la ciencia u otras creencias, etc-, desaprueba sus mitos, los que han utilizado durante ya miles de años para controlar masas.
Acabo de ver un video que me envió una amiga, algo shockeada, donde, según ella, se afirmaba que "Dios no existe", y yo, a pesar del desgano, me puse a verlo guiada por la enorme curiosidad de saber qué argumentos podría utilizar alguien para decir una cosa así, porque, de cualquier forma, dios (o dioses: alá, zeus, morrigan, cernnunos, horus, isis,etc) es simplemente el algo que mueve las cosas y que no podemos entender... Entonces, qué gran descubrimiento ha de haber sido el que puso en evidencia que dios no existe. Pero al ver el video me di cuenta de que no era más de lo que yo ya sabía (en general, porque habían datos que no conocía): la Religión es un método de manipulación masiva, y sobre todo la cristiana, un plagio.
¿A qué me refiero? (cualquier creyente asérrimo me quemaría en una hoguera, jaja) Hay incontables similitudes entre las antiguas religiones y la cristiana -no es necesario nombrarlas, para eso está google, y hay miles de libros-. Es más, las similitudes se dan entre las mismas antiguas religiones. La diferencia es que los cristianos terminaron con la tolerancia. Ellos tomaron estas representaciones, como la representación de dios en el Sol, las transformaron a en su credo y dictaminaron que todos los mitos eran literales (como la Biblia, aunque algunos la interpretan, pero sólo desde una perspectiva cristiana, nadie se ha preocupado dentro de una Iglesia evangélica, por ejemplo, de comparar sus historias con mitología, ¡ni pensarlo!). Al hacer estos mitos literales, al no comprender ni ellos mismos lo que dicen, se han hecho contradictorios y, al razonar los dogmas, ridículos. Supongo que no hay que ser muy escéptico para notar la contradicción de que dios te juzgue y castigue, y aún así, te ame; de la contradicción entre los votos de pobreza, obediencia y castidad de los curas, y el trono, corona, anillo, piso, plato, etc, etc, de oro del Papa). Lo más patético es que la humanidad se somete sin atreverse a dudar de nada. Han llegado al extremo de dar respuestas tan ridículas, como que las semejanzas de Jesús con muchos dioses paganos, son porque "el diablo" lo hizo, porque él creo esas historias paganas para poner a prueba la fe de los cristianos que se enteraran de esto... Yo me pregunto, cómo un ser racional, puede tragarse esto.
Quizás la razón nos haga más escépticos, sí, pero investigando y buscando creer, descubrimos que sabemos menos de lo que pensábamos, y al mismo tiempo, descubrimos lo divino de la vida, llámese como se llame. Las religiones dictadoras limitan al Hombre, cuando debiera ser todo lo contrario, debiera guiarnos, como ellas dicen que hacen, hacia La Luz, que no es más que el conocimiento, el auto descubrimiento, el asombrarse de el Todo, y a través de ellos, creer. La fe no es ciega, creo yo, la fe es abrir los ojos y pensar, descubrir, no adherirse a una religión y rezar porque sí. Y la razón, por algo nos la fue dada, para dudar de todo... Aunque insistan en decir que es un pecado y que todo es culpa de Eva y su manzana, pero ese es otro largo tema.
sábado, 10 de enero de 2009
Luxfero
Necesito recordar más atrás de este pasado. No sé si es curiosidad, pero me encantaría entender lo que soy (de nuevo, añorando entender)...
Siempre inclinada hacia el misterio, siempre con la sensación de que hay algo en mi que se envuelve en las nieblas. Siempre pensando en la magia (recuerdo que mi deseo más grande de niña era "ser bruja") , no por poder, si no por esencia, como si algo mágico fuera a revelarme la verdad, ni si quiera estoy segura de qué verdad necesito saber, pero trato de hallarla en cada partícula de aire que me rodea. A veces, cuando puedo recostarme en el pasto y pensar, y de a poco ir dejando que mi mente fluya a tal punto de que se quede en blanco -cuesta tanto-, siento que traspaso una puerta, pero me da miedo mirar. Pareciera que ese estado, ese umbral, me acerca a las verdades que vivo buscando, pareciera que la tierra me hablara y en los árboles hubiera escrito las respuestas... Pero yo no puedo mirar, ¡aún no puedo entender! En todos los rincones de la tierra hay oculto algo de luz y yo trato de asumirlo como sabiduría, pero entre más aprendo, paradójicamente, más ignorancia reconozco en mi, al darme cuenta de que la existencia es tan ilimitada, tan llena de posibilidades y yo conozco tan poco... Tal vez, como escribió Borges, si pudiera conocer la esencia absoluta de una partícula, tendría en mi mente el conocimiento absoluto de la existencia... ¿Cuántos se habrán desquiciado intentando averiguar qué esconde un elemento del Universo? A veces me asustan mis ideas, pareciera que con tanto razonamiento, mi razón me abandona, pero esa falta de razón, creo, es la que nos hace a muchos más razonables.
La razón es el medio para ascender al plano de las ideas, es mediante el conocimiento que podemos superar la superflua existencia física. Eso decía Platón... Pero creo que su concepto de razón se ha degenerado tanto, que hoy se asume como "razón" el aceptar una idea preestablecida, y eso, no es conocimiento. Al contrario, descubrir mediante la propia reflexión, más bien, hoy en día se denomina sinrazón. Esa es la que me vuelve loca: La Sin razón de querer descubrir algo, que aún no sé qué es. Me llama la naturaleza misma del existir... me llaman los misterios de los místicos, me llaman las fronteras que no existen entre este plano y quién sabe cuántos más, me llama averiguar qué ha pasado con mi alma durante tanto tiempo (porque me consta que cuando nací, no fue la primera vez).
Por eso, las decisiones de mi vida se enfocan en un crecimiento espiritual, porque el pecado original arde irreparablemente en mi. Lucifer me puso las manos encima y hoy busco la luz desesperadamente. Soy para buscar ascender, mi alma necesita ser iluminada y tal vez también a mi el Dios de los cristianos apostólicos romanos me consideraría soberbia y me condenaría por querer escalar al cielo y conocer más y más, tal vez de haber tenido la manzana en mis manos, la habría mordido (aunque quizás hubiera rechazado el pudor).
¿Asustan mis declaraciones? Mis dioses son el fin de la búsqueda, no los adversarios de la ascensión del alma, ¡qué infantil me resulta el pensamiento cristiano, al ver a ese Dios bíblico castigando el ansia de saber! La soberbia es decirse dueño de la verdad absoluta, no intentar llegar a ella.
Quisiera entender...
Siempre inclinada hacia el misterio, siempre con la sensación de que hay algo en mi que se envuelve en las nieblas. Siempre pensando en la magia (recuerdo que mi deseo más grande de niña era "ser bruja") , no por poder, si no por esencia, como si algo mágico fuera a revelarme la verdad, ni si quiera estoy segura de qué verdad necesito saber, pero trato de hallarla en cada partícula de aire que me rodea. A veces, cuando puedo recostarme en el pasto y pensar, y de a poco ir dejando que mi mente fluya a tal punto de que se quede en blanco -cuesta tanto-, siento que traspaso una puerta, pero me da miedo mirar. Pareciera que ese estado, ese umbral, me acerca a las verdades que vivo buscando, pareciera que la tierra me hablara y en los árboles hubiera escrito las respuestas... Pero yo no puedo mirar, ¡aún no puedo entender! En todos los rincones de la tierra hay oculto algo de luz y yo trato de asumirlo como sabiduría, pero entre más aprendo, paradójicamente, más ignorancia reconozco en mi, al darme cuenta de que la existencia es tan ilimitada, tan llena de posibilidades y yo conozco tan poco... Tal vez, como escribió Borges, si pudiera conocer la esencia absoluta de una partícula, tendría en mi mente el conocimiento absoluto de la existencia... ¿Cuántos se habrán desquiciado intentando averiguar qué esconde un elemento del Universo? A veces me asustan mis ideas, pareciera que con tanto razonamiento, mi razón me abandona, pero esa falta de razón, creo, es la que nos hace a muchos más razonables.
La razón es el medio para ascender al plano de las ideas, es mediante el conocimiento que podemos superar la superflua existencia física. Eso decía Platón... Pero creo que su concepto de razón se ha degenerado tanto, que hoy se asume como "razón" el aceptar una idea preestablecida, y eso, no es conocimiento. Al contrario, descubrir mediante la propia reflexión, más bien, hoy en día se denomina sinrazón. Esa es la que me vuelve loca: La Sin razón de querer descubrir algo, que aún no sé qué es. Me llama la naturaleza misma del existir... me llaman los misterios de los místicos, me llaman las fronteras que no existen entre este plano y quién sabe cuántos más, me llama averiguar qué ha pasado con mi alma durante tanto tiempo (porque me consta que cuando nací, no fue la primera vez).
Por eso, las decisiones de mi vida se enfocan en un crecimiento espiritual, porque el pecado original arde irreparablemente en mi. Lucifer me puso las manos encima y hoy busco la luz desesperadamente. Soy para buscar ascender, mi alma necesita ser iluminada y tal vez también a mi el Dios de los cristianos apostólicos romanos me consideraría soberbia y me condenaría por querer escalar al cielo y conocer más y más, tal vez de haber tenido la manzana en mis manos, la habría mordido (aunque quizás hubiera rechazado el pudor).
¿Asustan mis declaraciones? Mis dioses son el fin de la búsqueda, no los adversarios de la ascensión del alma, ¡qué infantil me resulta el pensamiento cristiano, al ver a ese Dios bíblico castigando el ansia de saber! La soberbia es decirse dueño de la verdad absoluta, no intentar llegar a ella.
Quisiera entender...
Multívoca
Me cuesta encontrar una forma de ordenar las piezas sobre la vida y sus vueltas. No puedo unir tantos caminos cruzados en una sola definición, desenmarañar su trama para poder entender cuál es el fin.
No me queda otra que comenzar a analizar por parte, atrapar, de a uno, conceptos en el aire, y , aunque intento unirlos y hacerlos coherentes, se me escapan y desordenan. No hallo la forma de crear una visión única de las cosas. Son demasiadas las ideas, demasiadas las historias, demasiado relativo, demasiados puntos de vista y el mundo se hace muy extenso para declarar una verdad.
Tal vez si lo lograra, la tarea estaría completa, y ese sería el Nirvana del que hablan. Quizás el "sentido de la vida" es buscárselo, tal vez si uniéramos las gotitas de luz que cada uno ha descubierto entenderíamos el ser, la existencia. Entonces serían felices los monoteístas.
Quisiera entender, quisiera poder crearme un momento que lo contenga todo, un Aleph comprensible y sin embargo, sólo puedo ver por partes la verdad.
Esa es la gracia de esta locura que llamamos vivir, la relatividad, la diferencia. ¡Qué soberbia pretender encerrar la infinidad en un pensamiento!
viernes, 9 de enero de 2009
Amor,mi mariposa eres tú.
He estado haciendo esfuerzos por oler primavera, con los ojos cerrados, para no ver caer hojas de otoño. He estado tratando de sentir las mariposas posándose en mi cuerpo, para no aceptar que la rueda de la vida gira, que el tiempo fluye y las cosas cambian. He apretado mi corazón con todas mis fuerzas para que no se me escape un suspiro de melancolía. Porque sigo creyendo que la felicidad depende de mi.
Sin embargo, a veces me agobia la necesidad de exhalar nostalgia. Me atrapan, se hacen dueños de mi sentimientos que antes inhibió por completo el amor que guardo en mi corazón... Y ahora el mundo me coge para reincertarme en su banalidad y no me deja volar en mi locura, en nuestra locura.
Nunca pensé que necesitara ayuda para huir de mi mente, nunca pensé que preferiría una realidad dura a una fantasía hermosa. Y es que no puedo cerrar los ojos ante la vida.
Y aún así, tengo esperanzas. Suelo sentarme a imaginar que una mariposa se posa sobre mi cuerpo y le pregunto a la Luna si ya es primavera, otra vez.
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